ZHEYLA HENRIKSEN
PREÁMBULO: EN SUS PROPIAS PALABRAS: Niñez y Juventud de Zheyla Loor Villaquirán Nací en Portete, un pueblito ecuatoriano aislado y al cual sólo se llegaba en barco, Mi padre me registró a los 6 meses que viajó a la ciudad, el 20 de febrero de 1949. Creo que no quiso pagar la multa, así que todos mis documentos tienen esa fecha. Pero yo festejo el verdadero día en que nací: el 16 de agosto de 1948. Creo yo tendría 6 años cuando mamá dejó Portete, donde nacimos todos, con sus dos últimos hijos, mi hermano Manolo y yo, para vivir en la ciudad de Esmeraldas. Jamás volvimos, aunque siempre teníamos las maletas listas porque mamá decía que nos iba a mandar de vacaciones con una hermana mayor que vivía allí. A la ciudad sólo se llegaba por medio de un barco muy primitivo. El dolor de la muerte de un hermano de 16 años y por la causa que ya se nos la iba llevando el mar (literalmente porque mi hermano y yo pescábamos desde la cocina), mi mamá decidió abandonar el pueblo. Portete, sigue siendo un pueblito, pero al frente se ha construido un resort muy moderno. Con la marea baja se puede cruzar a pie del hotel al pueblito. Al subir el mar hay que usar una lancha. Que yo recuerde, estaría yo en 4to o 5to grado cuando comencé a escribir poesía. Casi todas mis compañeras de la escuela primaria eran mayores que yo y tenían enamorados. Supongo que sabrían que yo escribía poemas, por eso me pedían que les escribiera acrósticos para sus enamorados. No recuerdo los poemas. El único poema que la memoria recuerda es el de mi primer amor por un torero imaginario que conocí en la “plaza”. Con decirte que yo no tenía ni idea de lo que era amor ni tampoco de lo que era una “plaza de toros”. La única plaza que yo conocía era la que también llamábamos mercado. Así es que a mi toreador “lo conocí” en el mercado. Mi maestra no creyó que yo hubiera escrito ese poema, pero lo corrigió y recuerdo la palabra “contendor” supongo de “contender” que ella substituyó por la mía: Pasando yo por la plaza vi a un hermoso torero que por mí daba la vida que por mí daba su amor Estamos ya cara a cara vamos para mi casa que tengo todo arreglado para realizar nuestra boda Aquel torero garboso le tocó pelear con un toro de los más feroces que había El toro ya lo vencía cuando alzó la vista hacia mí y dijo: ¡oh morena! ¿aquí habéis estado? Sí, aquí me hallo mirando, Mirando cómo peleas por vencer a tu contendor Pero, ¿de qué me vale ese honor? Y así terminó mi vida con aquel torero que por mí daba su vida que por mí daba su honor. Mis hermanos mayores ya vivían por su cuenta y las mujeres ya casadas, pero todavía había dos hermanas que estaban en un internado estudiando en la ciudad. Allí nos fuimos Manolo y yo. Ya estábamos en edad escolar y por primera vez nos separaron. Me pasé todo el año llorando y por eso perdí mi primer grado. Mi escuela quedaba al frente de la de mi hermano, pero no estábamos juntos. Mi escuela primaria era monolingüe. En la secundaria teníamos un profesor que había aprendido inglés por sí mismo, así que nos enseñó “a traducir”, entre comillas porque en realidad era puro vocabulario lo que nos enseñaba. Cuando me casé, mi esposo decidió que debíamos visitar Portete. Tendría 23 años. En aquel tiempo sólo se podía ir en barco. Recientemente se construyó una carretera y dos sobrinos me han llevado las últimas veces que he ido a Ecuador. Emigré porque estaba casada con “un gringo” que pertenecía al Cuerpo de Paz, “Peace Corps”. Lo conocí en el 2do año de universidad, cuando mi profesor de inglés tuvo que viajar a los EE.UU. y buscaba un remplazo por un mes. Encontró al que iba a ser mi esposo en la calle y él aceptó substituirlo. Así lo conocí. Mi hermano y yo nos sentábamos juntos en la clase de inglés y le hacíamos bromas de su pronunciación en español. Todavía en Ecuador, nos casamos, y construimos una casa. Estudiábamos francés en la Alianza Francesa porque yo quería continuar mis estudios en la Sorbona. Mi profesor de francés, que también era el cónsul de Francia, me había seleccionado para que yo fuera la segunda estudiante de la Alianza que él mandaría. Mi profesora de literatura de la universidad había sido la primera becaria. Pero tuvimos un terremoto muy fuerte que hizo que el edificio donde teníamos clases se derrumbara. Como mi esposo pertenecía al Cuerpo de Paz y por estar casado conmigo ya le habían renovado dos veces su estadía, le dijeron que tendría que regresar a los EE.UU. Teníamos los dos 30 años entonces. Con el derrumbe del edificio terminó el sueño de ir a Francia. Y aquí estamos, en California. ENTREVISTA: EN PLATICA: Lucha Corpi (LC) y Zheyla Henriksen (ZH) LC: Zheyla, tuve la suerte, por primera vez, de oírte declamar tus poemas en público durante un recital de poesía en Sacramento, California, patrocinado por Escritores del Nuevo Sol en conjunto con Círculo de Poetas. Dijiste algo muy interesante a modo de preámbulo a tu presentación, y es que casi exclusivamente escribes “poesía erótica”. En general, cuando alguien, y en especial una mujer dice eso, creo que el público inmediatamente piensa en el sexo o acto sexual mismo. Aunque ya no tan a menudo, también consideran a la mujer amoral. No piensan en la sensualidad, la cual es producto de la imaginación. Es decir que el erotismo no es producto del cuerpo, enteramente, y puede no preceder o ser parte del acto sexual. Así mismo, consideran a los poetas (sexo masculino) como primordiales exponentes de la poesía erótica. Aquí mis preguntas con la idea de aproximarnos a tu propia definición de tu arte poético: LC: A tu parecer, ¿Cuáles son los elementos primordiales que definen la poesía erótica en general? ¿Y de qué manera se manifiestan estos en tu propia obra? ZH: Bueno, mira, no es que yo escriba exclusivamente poesía erótica, pero me inclino bastante a ella. Lo que pasa es que por haber quedado como finalista en el concurso internacional de poesía erótica en las dos veces que participé, me han dado ese título y yo me lo he apoderado. En cuanto a lo erótico como campo masculino, no lo veo desde la visión histórica sino desde el punto mítico-religioso. Me explico: Míticamente los ritos “orgásmicos” primordiales le corresponden a la mujer porque es ella la suprema dadora del placer. Entre muchos estudios, voy a mencionar sólo tres: The Great Cosmic Mother: Rediscovering the Religion of the Earth de Monica Sjöö y Barbara Mor, y en Sacred Pleasure de Riane Eisler, explican que fisiológicamente es en la mujer donde, exclusivamente, existe una conexión similar al trance religioso en el cerebro frontal y el cerebellum lo que permite el enganche al “neocortex”. Por eso en el acto sexual, la mujer experimenta un cierto trance espiritual, el éxtasis. Si observas tú la estatua de Bernini, El éxtasis de Santa Teresa, la contorsión y el relajamiento del cuerpo de la estatua es similar gesto del éxtasis sexual, (tuve la dicha de verla en W. D.C.) LC: De acuerdo. Entonces en todo esto, la mujer es la dadora del placer en la pareja! Y si es así, ¿Qué papel juega el hombre? ZH: Así es. Las investigadoras observan que en los ritos sumerios, el hombre es el objeto del placer. En los himnos a la diosa Inana, que hoy se consideran más antiguos de lo que se creía; a la mujer se la presenta como la dadora y conductora de la energía divina a través del sexo. Por tanto es también la creadora de la escritura sagrada llamada el Kundalini. Estos versos son los más bellos cánticos a la sexualidad. Sin ir más lejos, en el libro histórico como que es la Biblia, el Cantar de los Cantares contiene versos de tremendo contenido erótico. En ellos es la amada, la hablante, la que seduce y canta a su amado. LC: Hace muchos años que leí algunos de ellos, pero a escondidas. Ya sabes, la religión católica le prohíbe a la mujer leerlos. Y crecí en México, donde la iglesia católica manda. ZH: En realidad se piensa que estos versos pertenecían a libros míticos, pero con la imposición más tarde del patriarcado no pudieron eliminarlos, y más bien fue un caso de “co-option” política. La religión moderna los interpreta como un canto de amor entre el creyente y la iglesia. LC: Claro. La iglesia. La que a veces ve solamente por sus propios intereses y enriquecimiento, y la liberación sexual de la mujer no le conviene. ZH: Al imponerse el patriarcado lo erótico y la escritura erótica pasó a ser dominio del hombre y desde entonces él es el que puede cantar a la sexualidad, al amor, al erotismo no sólo de él sino de la mujer. ¿Te parece esto justo? LC: Claro que no. Pero en estos casos nunca se trata de justicia, ni siquiera de caridad, sino de conveniencia y poder. ZH: En lo que respecta a la mujer latina. El hombre le ha impuesto la modestia y el silencio, según las editoras del libro Pleasure in the Word: Erotic Writing by Latin American Women, e indican que la política del patriarcado cercenó el derecho que desde tiempos prehistóricos le correspondía a la mujer como dadora del placer y de la escritura. LC: Es decir que la mujer, al escribir cualquier tema que se le tilde de “erótico,” está aceptando que es la mejor exponente del erotismo. Pero el varón no puede aceptar la competencia, aunque hay muchos que lo ponen en términos de hacerle un bien a la mujer al reprimirla, Por el bien de la raza humana. Pero eso ya va cambiando debido a movimiento feminista. ¿Cuál es tu parecer? ZH: Lo que las poetas, y me incluyo yo entre ellas, están haciendo es recuperar su sexualidad, al crear su propio lenguaje para expresar lo erótico, deshaciéndose de la palabra-masculina. Y como me inclino mucho a lo mítico, incluso en mis investigaciones, tengo la tendencia de buscar y encontrar fácilmente símbolos míticos. Considero que en nuestro inconsciente colectivo se conservan esos mitos que son actualizados por el rito de la escritura erótica. Según Cassirer y Jung, la escritura, y especialmente la poesía, es el rito por el cual se actualizan los mitos. Ahora te voy a contar una anécdota personal. La primera vez que fui a una conferencia a la universidad de Louisville, Kentucky donde me aceptaron tanto en ponencia como en poesía, me encontré por primera vez en el panel de poesía a dos poetas eróticas, Nela Rio e Ivonne Gordon, compatriota esta última. Por primera vez leía mi poesía erótica y con tanta vergüenza que agachaba la cabeza. Luego me dice Nela, Zheyla, no debes de avergonzarte de leer tus poemas eróticos y de allí me invitó a otra lectura en Washington D.C para poemas del cuerpo y más tarde, a otras conferencias y poco a poco fui perdiendo la vergüenza que ahora me siento una “sin vergüenza”. Nela ha sido una de las poetas más generosas con la que me he encontrado en el camino de las letras, ella fue la que me dio información sobre el Concurso Internacional de Poesía Erótica en la que le habían otorgado una mención honorífica especial. LC: ¡Qué linda y generosa Nela! No tuve el placer de conocerla, pero tuve el gusto de conocer y compartir con Ivonne Gordon en San Antonio. No recuerdo bien el nombre de la conferencia, pero si el tema: Mujeres Poetas del Mundo Latino. Había otras grandes poetas de América Latina, al igual que Norma Cantú. ZH: Poema a Nela Nela contigo puedo jugar a las rayuelas cantar una ronda infantil "qué quería mi señorío matun-tiru-tiru-lán" -queremos ser poetas y cocineras, matum-tirun-tiru-lán Nela contigo vuelvo a la infancia con una canción de cuna "duérmete mi niño que tengo que hacer" lavar estos versos ponerme a comer Nela de niñas yo te enseñaría el "tun, tun ¿quién es? el diablo con los siete mil cachos o el ángel con la bola de oro" que quiere una fruta o cinta para ponerle colores colocarla en un moño Nela Correríamos nuevamente una calle cualquiera pero tomadas de la mano para robar una estrella. LC: Es como si se hubieran conocido tú y Nela desde la niñez, jugado juntas —desde siempre. Bello. Cambiando un poco el tema. Veo que has publicado tu poesía en un sinnúmero de antologías y revistas, y en ediciones de tus libros. El único de tus poemarios que tengo es el último, Confesiones de un cuerpo/Confessions of a Body, editado por la Editorial Académica española en el 2019. ¿Cuáles son los títulos de tus otros poemarios? ZH: 1) Pedazos, los recuerdos/Shattered Memories 2) Caleidoscopio del Recuerdo/Kaleidoscope of Memories 3) Confesiones de un cuerpo: Estaciones de Pasión/Confessions of a Body, Seasons of Passion. LC: Me has dicho que conociste a Phan Thi Kim muchos años después de que terminó la guerra en Viet Nam. Pero escribiste este poema muchos años antes. ¿Qué te hizo escribirlo? ZH: Otro ejemplo de la violencia contra la mujer ya desde niña, está fotografía icónica, en especial de una niña vietnamita desnuda, huyendo, de la guerra en Viet Nam. El poema que yo le escribí: “PHAN THI KIM”, fue publicado en 2003 en la exposición de poesía Outspoken Art/Arte Claro, dedicado a la eliminación de toda forma de violencia contra la mujer. PHAN THI KIM You have forgiven us. Your fragile body running naked stuck in my mind. For years the picture has been encrusted in my retina, behind the infernal dust that burned your body half. Nic Ut save your image for the world to see his crime. I still don’t understand why man has created war. Tiny body, open mouth arms flapping horizontally, Behind, in front, in the center you, the Christ, the city. And still the world goes on the same crime for ever and ever. Phan Thi you are thirty three now and you came to forgive us. ********** LC: Ha sido un placer platicar contigo, Zheyla. Mil gracias por tus versos. Un cálido abrazo. © Poetry by Zheyla Henriksen
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